lunes, abril 10, 2006
Renovación en el Real Madrid
La primera misión del nuevo presidente del Real Madrid debe ser buscar un entrenador con personalidad para dirigir la plantilla, pero más importante si cabe es que renueve la plantilla.
La actual plantilla del Real Madrid cuenta con grandes jugadores, que lo han sido todo en el mundo del fútbol, pero que actualmente están mayores o no tienen sed de títulos. La idea que concibió en su día Florentino Pérez no era mala, pero en el mundo del fútbol necesitas tanto a los trabajadores como a las estrellas. No sólo no consiguió esto sino que no supo rejuvenecer un equipo que se iba haciendo mayor y con muchos títulos.
Jugadores como Roberto Carlos, Zidane, Salgado, Helguera e incluso Ronaldo deberían abandonar el Real Madrid al final de temporada. No es que no den nivel a este Madrid, pero unos no están motivados para luchar por títulos, y a otros no les queda suficiente gasolina para rendir en un equipo como el Madrid.
Muchas personas incluirían en esta lista a Raúl, un jugador que ha bajado el rendimiento en estas dos últimas temporadas, ha bajado el rendimiento de goles, pero no el rendimiento de sacrificio y lucha. Todos los jugadores tienen un final, pero como decía en otro post, no creo que el final de Raúl haya llegado. Todavía puede aportar mucho a este equipo.
El Madrid necesita renovarse, necesita jugadores deseosos por ganar títulos. No tiene que abandonar la idea de que en el Madrid deben jugar los mejores, ese ha sido el lema a lo largo de su historia, pero no debe crear una plantilla de jugadores consagrados que hayan ganado muchos títulos. La base del triunfo no es sólo contar con grandes jugadores, se debe formar un equipo en el que todos los jugadores vayan por el mismo camino.
El nuevo presidente debe tener en cuenta los errores del pasado a la hora de construir un nuevo equipo, y rodearse de buenos consejeros y trabajadores del mundo del fútbol. Sólo así, trabajando junto a esta gente podrá reconstruir un equipo en horas bajas.
lunes, abril 03, 2006
El fútbol no debe ser político
No creo que un partido de fútbol sea el momento indicado para mandar este tipo de mensajes, pero más grave es que un equipo como el Barcelona permita esta propaganda. El Barcelona cuenta con un muchos aficionados fuera de la comunidad catalana, que no tienen porqué compartir este pensamiento. Son aficionados a un equipo, y no a una ideología. Lo mismo ocurre con la incorporación de la bandera catalana en el uniforme del equipo o con las declaraciones en catalán.
Si fuera aficionado del Barça me molestaría mucho no entender las ruedas de prensa de mi equipo, o tener que llevar una bandera con la que no me identifico. Dentro de lo que cabe estas medidas afectarán sólo al equipo, pero hacer propaganda política puede generar violencia y odio.
Al igual que no se permite exhibir una esvastica o una bandera del régimen franquista en un estadio, no se debería permitir este tipo de propaganda. ¿ Por qué tienen que utilizar el fútbol?. El deporte tiene mucho tirón, pero debe utilizarse para buenas causas. ¿ Qué pensariamos si un equipo permitiera engalanar un estadio con cruces gamadas o banderas comunistas?
El deporte debe ser un nexo de unión, bastante problemas hay con ultras y exaltados como para mezclar la política con la institución. Pienso que el CSD debería tomar cartas en el asunto, para que esto no se convirtiera en un problema.
De igual manera debería ocurrir con los fútbolistas. Es verdad que todo el mundo tiene derecho a expresarse libremente, pero la posición social de un deportista es demasiado relevante como para que durante su carrera apoye iniciativas de este tipo. Un caso muy concreto es el de Oleguer, quien se permite en su libro comparar el título de liga con la Guerra Civil Española. Si no fuera jugador del Barça no sería conocido, y no hubiera publicado nada, utiliza su posición para intentar imponer sus ideas. Igualmente ocurrió con un libro sobre el Barcelona y la Guerra Civil. Esto sólo puede llevar a problemas.
El deporte español debería controlar estos temas, y prohibir la relación política-deporte. La política tiene su sitio, y no debe inmiscuirse en el deporte.
